Simulacro Nacional expone escandaloso contrabando: miles de celulares sonan en cárceles

Un hecho inaudito ha desatado indignación y preocupación en el sistema penitenciario mexicano: durante el reciente Simulacro Nacional del 19 de septiembre, miles de teléfonos celulares escondidos en cárceles de todo el país comenzaron a sonar al activarse la alerta sísmica, revelando la magnitud del tráfico masivo de dispositivos dentro de los reclusorios.

Se trata de 2,105 celulares incautados que fueron descubiertos en penales, un dato que pone en evidencia no solo la escala del contrabando, sino también fallas graves de control en los centros penitenciarios. Aunque los operativos de seguridad y los inhibidores de señal han sido impulsados por las autoridades penitenciarias, este caso evidencia que aún existen vías para introducir y mantener activos estos aparatos en prisión, lo cual facilita delitos como extorsión, comunicación no permitida o corrupción al interior de los penales.

La repercusión fue inmediata: la alerta del simulacro, diseñada para advertir a la población de emergencias, se convirtió en la señal que levantó la cortina sobre un problema sistemático. Ciudadanos, familiares de internos y expertos en derechos humanos han exigido investigaciones claras, sanciones a las autoridades responsables y mejoras urgentes en los protocolos de seguridad penitenciaria.