El Club Irapuato tomó ventaja en la final de ida de la Liga Premier al vencer 2-0 a los Aguacateros de Peribán . Sin embargo, el encuentro estuvo marcado por múltiples interrupciones y actos de violencia. Durante los 90 minutos, el partido fue suspendido en cuatro ocasiones: tres veces debido al lanzamiento de objetos al campo por parte de los aficionados y una más por la emisión del grito homofóbico desde las gradas, lo que obligó al árbitro a aplicar el protocolo antidiscriminación establecido por la Federación Mexicana de Fútbol .
Al finalizar el encuentro, algunos aficionados de Irapuato agredieron a jugadores del equipo michoacano, lo que requirió la intervención de la seguridad para escoltar a los futbolistas fuera del campo y evitar mayores incidentes. Estos actos empañaron el resultado deportivo y generaron preocupación entre los asistentes y autoridades. La Federación Mexicana de Fútbol y la Liga Premier podrían imponer sanciones al Club Irapuato por el comportamiento de su afición, que incluyó tanto agresiones físicas como expresiones discriminatorias. Estos incidentes resaltan la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y promover una cultura de respeto en los estadios para garantizar la integridad de jugadores y espectadores.