Violencia y acoso laboral acarrean consecuencias legales

La violencia o acoso laboral, también tiene consecuncias para quien ejerce la violencia y para el empleador que lo permite o no interviene.

Existe la responsabilidad penal: La agresión física es un delito en muchos países. El agresor puede enfrentar cargos penales, incluso si ocurre dentro del lugar de trabajo, ya que la víctima puede demandar al agresor (y en algunos casos a la empresa) por daños físicos y psicológicos.

Las leyes laborales suelen exigir que el empleador garantice un entorno seguro. Si no actúa, puede ser sancionado por omisión o negligencia.

Ambiente laboral tóxico: La falta de acción genera miedo, desconfianza y baja moral entre los empleados., además de que el conflicto y la inseguridad afectan el rendimiento general y se puede generar una rotación excesiva de personal.

Y si el caso se hace público, la imagen de la empresa puede verse seriamente afectada.

Para evitar todo lo anterior, la empresa debe intervenir de inmediato y separar a los involucrados y garantizar la seguridad. Aplicar protocolos internos y, si es necesario, involucrar a autoridades externas y aplicar sanciones, desde amonestaciones hasta despidos, según la gravedad.

Así como fomentar la prevención y capacitación en resolución de conflictos, comunicación y manejo del estrés.