Adolescentes casadas en Oaxaca: ¿tradición o delito infantil?

La comunidad indígena de San Juanito Yosocani, en el municipio de San Lorenzo, Costa de Oaxaca, se vio exhibida el pasado 5 de junio de 2025 con la difusión de imágenes de lo que fue una boda entre dos adolescentes, en las que además se observa a menores consumiendo alcohol durante la ceremonia. esto genero una gran cantidad de comentarios a favor y en contra sobre los hechos, y pese a que la comunidad de San Juanito Yosocani se rige a través de usos y costumbres, el Sistema DIF Estatal comienza con las investigaciones por posible vulneración de derechos de los involucrados y evaluar riesgos, mientras se define si hubo delito de matrimonio infantil o cohabitación forzada.

Esta polémica se enmarca en los esfuerzos legales iniciados en febrero de 2024 donde se tipificó en Oaxaca la "cohabitación forzada" como delito, con penas de 8 a 15 años de prisión para quien obligue a menores a convivir en condiciones equiparables al matrimonio.

Sin embargo, estos hechos persisten bajo el amparo de las tradiciones comunitarias, donde niñas son entregadas como parte de acuerdos familiares a cambio de dinero, animales o incluso cerveza, ignorando sus derechos, donde quienes deberían protegerlas son, muchas veces, quienes las obligan. Es el caso de una menor de 14 años a la que rescataron después de haber huido de San Bartolomé Loxicha, Sierra Sur, para no contraer unión con un hombre de 62 años, tras solicitar apoyo en la capital, la Fiscalía Especializada en Justicia para Niñas, Niños y Adolescentes le brindó resguardo y anunció diligencias contra quienes la habrían coaccionado.

El Grupo de Estudios Sobre la Mujer "Rosario Castellanos" (GESMujer) citó que en México una de cada cinco niñas y adolescentes se unen en matrimonio antes de la mayoría de edad y en el caso de Oaxaca, el 33.9 por ciento de las mujeres mayores de 15 años reportan haberse casado antes de cumplir esa edad, a pesar de que desde 2016 el Código Civil estatal (artículos 147 y 156) prohíbe terminantemente estas uniones sin imponer sanciones a sus promotores.

Pese a la prohibición legal, el matrimonio infantil no ha desaparecido; El pasado 7 de marzo, el Congreso local recibió una iniciativa para reconocer el matrimonio infantil como forma de violencia estructural, con el fin de fortalecer programas de sensibilización, garantizar atención integral y acceso a la justicia para las víctimas.