En noviembre de 2025 el gobierno de Oaxaca puso en marcha el Centro de Control, Comando, Comunicación, Coordinación e Inteligencia (C5i), con una inversión de aproximadamente 776 millones de pesos. En su primera etapa incluirá cerca de 2,000 cámaras y, según la Secretaría de Infraestructura y Comunicaciones, se enlazará con 23 Centros de Comando y Control (C2) y 32 centros más, además de 30 arcos de seguridad y 227 puntos de atención policial. La Fiscalía General de Oaxaca afirmó que la tecnología reducirá tiempos de reacción, permitirá analizar patrones delictivos y aumentará probabilidades de detenciones en flagrancia.
El gobierno sostiene que la administración anterior dejó 640 cámaras, de las cuales solo el 60% funcionaba. La promesa es mejorar la detección en tiempo real y la coordinación entre policías municipales, estatales y fuerzas federales; sin embargo, no se han publicado métricas sobre el tiempo promedio de intervención tras una alerta.
¿Y las demás regiones del estado? Hay municipios y ciudades que ya cuentan con Centros de Comando y Control (C2) y redes locales de cámaras: ejemplos documentados incluyen a Salina Cruz (Istmo), que recuperó e instaló C2 y cámaras tras años de abandono; Tuxtepec (Cuenca/Papaloapan), que reporta un C2 con más de cien cámaras y arcos de seguridad; pero muchas regiones rurales siguen sin infraestructura, conectividad ni personal suficiente eso produce una diferencia tangible en la "eficacia operacional" entre el centro urbano y gran parte de la Sierra, Mixteca y comunidades aisladas.
Como parte de la Operación Sable la Fiscalía y fuerzas de seguridad desmantelaron 23 cámaras instaladas ilegalmente que servían como espejos para bandas criminales. A pesar de la inversión y el número de cámaras, hay poca información pública sobre su distribución exacta: no se han divulgado mapas por colonia ni datos sobre cuántas están en zonas rurales, carreteras o puntos de alta incidencia.
Oaxaca tiene 570 municipios, muchos de difícil acceso por su dispersión poblacional, lo que complica una cobertura uniforme y hace probable que la mayor parte del sistema beneficie primero a la capital y a las zonas conurbadas.