A más de un año del inicio de la transición al IMSS-Bienestar, el sistema de salud en Oaxaca enfrenta una crisis profunda que ha desencadenado protestas en diversas regiones del estado, particularmente en los hospitales de Oaxaca. Trabajadores de la salud, sindicatos y pacientes denuncian un deterioro alarmante en la calidad de los servicios médicos, atribuido a la mala implementación del programa y a la insuficiencia de recursos asignados.
El Hospital IMSS-Bienestar de 30 camas en Ciudad Ixtepec vive una protesta histórica. El 22 de mayo de 2025, médicos, enfermeras y camilleros anunciaron la suspensión total de servicios por falta de medicinas, gasas, reactivos de laboratorio y plantas eléctricas de emergencia. Al cumplirse 48 horas de paro, el personal advirtió que no regresarán a sus labores hasta obtener garantías mínimas de operación, como aire acondicionado en quirófanos y equipos de imagenología en funcionamiento. Esta medida escalonada de presión ha dejado a la región sin atención de urgencias y ha obligado a trasladar a pacientes críticos a hospitales en la capital oaxaqueña.
En San Juan Bautista Tuxtepec, el 19 de mayo de 2025 una tragedia hospitalaria la falla de un respirador en la sala de cuidados intensivos detonó una ola de protestas callejeras. Decenas de médicos y enfermeras marcharon por el centro de la ciudad exigiendo "equipos dignos" y condiciones laborales básicas, como pago puntual de nómina y suministro constante de oxígeno y fármacos esenciales.
El IMSS-Bienestar, creado en 2023 para sustituir al Seguro Popular y ofrecer medicina gratuita a quienes no tienen seguridad social, vive su peor crisis en Oaxaca. A pesar de 6 000 MDP asignados desde enero de 2024, sindicatos y trabajadores califican al programa como un "fracaso" y exigen correcciones urgentes.
A pesar de que el gobierno federal inaugurará 20 hospitales del programa IMSS-Bienestar; cinco de ellos en Oaxaca, las carencias en el acceso a la salud continúan en aumento. Según el Coneval, la proporción de población sin servicios médicos pasó de 16.3 % en 2018 (650 000 personas) a 65.7 % en 2022 (2.8 millones), un incremento de casi 50 % en solo cuatro años.