Comunidades oaxaqueñas exigen clases, paro deja 800 mil sin clases
A 2 semanas de que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) inició un paro de labores el 15 de mayo, el Gobierno Federal anunció reducir de forma paulatina la edad de jubilación, la eliminación de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM), además de un aumento del 9 por ciento retroactivo a enero y un incremento adicional del 10 por ciento a partir de septiembre, lo que representa el segundo ajuste más significativo en los últimos 40 años reconociendo que la abrogación a la Ley del ISSSTE pone en riesgo las finanzas del país. Sin embargo, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) considera estas medidas insuficientes y mantiene un paro indefinido, dejando a más de 800 mil estudiantes sin clases.
En comunidades como San Jerónimo Tlacochahuaya, el presidente municipal Severiano Agustín Sánchez emitió un oficio el 30 de mayo solicitando el regreso inmediato de los maestros a las aulas, advirtiendo que, de no atenderse la petición, gestionarán docentes de la Sección 59 para garantizar la continuidad educativa.
En San Mateo del Mar, el 30 de mayo, el Ayuntamiento, autoridades comunitarias y comités de padres acordaron unánimemente exigir a la Sección 22 el retorno inmediato a clases, subrayando que la educación de la niñez ikoots no puede verse comprometida por demandas laborales.
Los municipios responsabilizan al magisterio de agravar el rezago educativo, pues Oaxaca registra uno de los índices más altos de abandono y atraso escolar en el país. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 27.1% de la población en Oaxaca padece rezago educativo, con un grado promedio de escolaridad de 7.5 años; sin embargo, entre la población indígena, este promedio desciende a 5.4 años. Además, el 11.8% de la población mayor de 15 años no tiene ningún grado de escolaridad, y el 51.38% tiene la educación básica incompleta.
