Con honores despiden a marino Ikoost: Adal Jair

Con profundo respeto y en medio de un ambiente de luto, la comunidad ikoots de San Mateo del Mar despidió a uno de sus hijos: Adal Jair Maldonado Marcos, joven marino de 22 años que perdió la vida en cumplimiento de su deber a bordo del Buque Escuela Cuauhtémoc, en el puerto de Nueva York.

Atendiendo el deseo de la familia, la despedida se llevó a cabo de forma íntima y reservada, aunque fue registrada a distancia por algunos medios nacionales con respeto y discreción.

Desde la Primera Sección de San Mateo del Mar, partió el cortejo fúnebre acompañado por música tradicional de viento, símbolo del cariño de su gente y de la fuerte identidad cultural del pueblo. Las calles por las que caminó de niño fueron las mismas que lo vieron partir en su último viaje, acompañado por familiares, amistades, vecinos y elementos de la Secretaría de Marina, quienes rindieron honores en reconocimiento a su entrega y valentía.

Antes del sepelio en el panteón San Mateo Apóstol, se realizó una ceremonia privada en su domicilio. En ella, se recordó a Adal Jair como un joven comprometido, disciplinado y orgulloso de servir a su país. Las palabras en su memoria conmovieron profundamente a quienes estuvieron presentes.

Adal Jair no murió en combate, pero falleció cumpliendo con su labor como marino, representando a México con dignidad. Su historia, marcada por la vocación de servicio, disciplina y amor por su nación, queda como un legado para su comunidad y como inspiración para otros jóvenes que creen en algo más grande que ellos mismos.

San Mateo del Mar, Oaxaca y México pierden a un joven ejemplar, cuya vida fue truncada mientras servía con honor. Su nombre, junto al de otros como América Yamileth, representa no solo el luto, sino también el costo real de servir al país, incluso en tiempos de paz.