Consumo de 300 litros de refresco en Oaxaca supera media nacional
La creciente afición de los oaxaqueños por los refrescos, que alcanza hasta 300 litros por persona al año frente a los 163 litros nacionales, ha colocado al estado en una situación crítica de salud pública. Este elevado consumo de bebidas azucaradas se asocia directamente con el aumento de peso y la obesidad, pues aportan "calorías vacías" sin nutrientes esenciales. A su vez, el sobrepeso predispone a la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, ciertos cánceres y caries dentales, afectando por igual a niñas, niños y adultos especialmente en comunidades rurales donde la falta de agua potable intensifica la dependencia de refrescos.
De hecho, Oaxaca figura entre las primeras diez entidades con más defunciones por diabetes y ocupa el segundo sitio en obesidad adulta y el primero en infantil: el 25 % de la niñez padece sobrepeso u obesidad, y la mitad de esa generación podría desarrollar diabetes en la edad adulta. Actualmente, más de 300 mil oaxaqueños viven con diabetes y, hasta la semana 7 de 2025, se registraron 1 559 nuevos casos de obesidad (606 en hombres y 953 en mujeres), según el Boletín Epidemiológico Federal.
La crisis de salud se agrava con el impacto ambiental de las refresqueras: empresas refresqueras extraen enormes volúmenes de agua de acuíferos, dejando a comunidades rurales sin suministro suficiente, mientras sus envases plásticos inundan ríos, mares y suelos. Este abuso hídrico y la contaminación plástica comprometen también la agricultura local, la biodiversidad y el derecho al agua potable.
Para contrarrestar estos efectos, en marzo de 2025 se prohibió la venta de comida chatarra y bebidas azucaradas en escuelas oaxaqueñas, y diversas organizaciones conformaron la campaña #OaxacaSinChatarra desplegando materiales en lenguas originarias, infografías y jornadas radiales. Sin embargo, el poder económico y político de las corporaciones refresqueras sigue erosionando la salud pública, el medio ambiente y la cultura local, profundizando desigualdades y poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de la población.
