El tramo 1 del proyecto ferroviario Línea K, que conecta Ixtepec con Tonalá, concluyó exitosamente su fase de acarreo y conciliación, consolidando una estrategia de desarrollo basada en el consenso con pueblos originarios, sindicatos y comunidades del Istmo.
Esta etapa forma parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, uno de los proyectos estratégicos para impulsar la reactivación económica del sur-sureste mexicano.
Con la coordinación de Marco Hernández, director de la Oficina Central de Logística y Conciliación, se lograron superar retos técnicos y sociales sin generar conflictos ni bloqueos, gracias a una política de diálogo permanente con los 48 sindicatos de transporte involucrados.
Durante el proceso se realizaron 162,248 viajes de acarreo ferroviario, manteniendo eficiencia y seguridad. Además, se alcanzaron hasta 227 conciliaciones semanales, dando muestra de un modelo operativo inclusivo y respetuoso del estado de derecho.
Una de las características más destacadas del proyecto fue la histórica participación de mujeres en la operación. Cerca de 800 empleos directos fueron generados en esta etapa, con presencia femenina en cargos clave como el de Monserrat López López, jefa de acarreos, quien expresó entre lágrimas el orgullo de haber sido parte activa del desarrollo ferroviario. "Nos trataron con respeto, como parte real de este proyecto", afirmó durante el acto de clausura.
El director Marco Hernández subrayó que el eje de este logro fue la conciliación, no la imposición. En entrevista, enfatizó que "el verdadero poder no está en los cargos, sino en la transformación de vidas desde el servicio".
Agradeció la confianza del Grupo Ferrocarrilero del Sureste (GFS), la Secretaría de Marina y el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum para consolidar un tramo que no sólo avanza en infraestructura, sino en justicia social y equidad.