De la selfie al bisturí: Oaxaca debate límites a la estética

En Oaxaca la presión por ajustarse a estándares de belleza impulsados por redes sociales e influencers ha convertido la cirugía estética en una salida social para muchos jóvenes, una tendencia que preocupa a especialistas en salud física y mental. Estudios recientes en la Universidad Internacional de la Rioja muestran que el 37.5% de las adolescentes reportan sentirse presionadas a parecer más delgadas por las plataformas digitales y que el 30.9% siente la necesidad constante de "estar en forma", indicadores que apuntan a una influencia creciente de Instagram y TikTok siendo también estas plataformas las más utilizadas en el estado.

Los procedimientos estéticos más comunes incluyen la rinoplastia, la liposucción, la bichectomía y la blefaroplastia. El costo de estas intervenciones varía según la clínica y la complejidad del procedimiento. Por ejemplo, una rinoplastia puede costar entre $35,000 y $55,000 pesos, mientras que una bichectomía oscila entre $9,000 y $15,000 pesos.

La falta de personal certificado y protocolos adecuados en muchas clínicas aumenta la probabilidad de infecciones, cicatrices permanentes y secuelas psicológicas; además, la presión por la apariencia alimenta ansiedad, baja autoestima y trastornos de la imagen. La edad promedio de quienes se someten a procedimientos en Oaxaca es de 20 a 30 años, aunque hay casos de adolescentes menores.

Respecto a eso, el gobernador Salomón Jara Cruz anunció una iniciativa para aplicar la Ley Nicole: prohibir cirugías estéticas en menores, permitir sólo intervenciones reconstructivas por emergencias clínicas y priorizar el interés superior de la niñez.

La reforma se impulsa tras la muerte de Paloma Nicole, una adolescente de 14 años que falleció luego de una intervención en Durango. Sin embargo, la presión social y la influencia de las redes sociales continúan siendo factores determinantes en la decisión de muchos jóvenes de someterse a estos procedimientos.