Las intensas lluvias registradas en las últimas horas provocaron severos deslaves y derrumbes a lo largo de la carretera federal 190, que conecta la capital del estado con la región del Istmo de Tehuantepec.
Las afectaciones más graves se reportan a la altura del kilómetro 38, donde enormes rocas y lodo obstruyen completamente uno de los carriles.
Además, en el kilómetro 124, en dirección hacia el Istmo, varios automóviles quedaron atrapados o resultaron dañados por las condiciones del terreno y los desprendimientos de tierra.
Estas situaciones han generado caos vial e importantes retrasos en ambos sentidos de la vía. Autoridades estatales y cuerpos de emergencia han acudido a los puntos más críticos para intentar liberar la circulación.
Sin embargo, debido a la magnitud de los deslaves, se prevé que las labores tarden varias horas, o incluso días, en restablecer el paso con normalidad.
Se exhorta a los automovilistas a extremar precauciones, evitar viajes innecesarios en esta ruta y mantenerse informados a través de los canales oficiales ante posibles cierres parciales o totales en distintos tramos. La recomendación es también utilizar rutas alternas mientras continúan los trabajos de limpieza.