Este año, el emblemático Papá Noel Juchiteco no iluminará las avenidas con su mototaxi adornado ni llenará de risas y alegría los rostros de los niños que al verlo pasar saludaban con ilusión.
Jerónimo Flores, el carismático mototaxista que durante años ha convertido su vehículo en un símbolo rodante de la Navidad, este año no podrá salir a las calles.
Su salud lo ha llevado a hacer una pausa, dejando un vacío en las festividades locales.
Ese mismo mototaxi que alguna vez llevó a personas de un rincón a otro de la ciudad, con música navideña y luces que parecían danzar en el aire, ahora espera paciente el regreso de su dueño.
La noticia ha entristecido a quienes recuerdan con cariño su labor, no solo como transportista, sino como portador de alegría. Jerónimo no era solo un mototaxista; era un símbolo de esperanza y fraternidad, una chispa que encendía el espíritu navideño en todos los rincones de Juchitán.