Septiembre se ha consolidado como el mes internacional de la prevención del suicidio y en Oaxaca la fecha cobró fuerza institucional cuando, en 2024, la LXV Legislatura declaró el 10 de septiembre como "Día Estatal de la Prevención del Suicidio", con el propósito de reforzar campañas y políticas públicas. Esta decisión se complementó con medidas locales, como la demolición del conocido "Puente Amarillo" en la capital, una estructura cercana a la Central de Abasto que se había convertido en escenario frecuente de intentos de suicidio y otras emergencias que ponían en riesgo a la ciudadanía.
Aunque Oaxaca mantiene tasas menores que otras entidades, el problema no es menor. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalan que en 2024 se registraron 223 suicidios, una reducción frente a los 229 de 2023, lo que equivale a 6.2 muertes por cada 100 mil habitantes, ligeramente por debajo del promedio nacional de 6.8. Sin embargo, la distribución revela patrones preocupantes: la gran mayoría corresponde a hombres, con 189 casos frente a 34 mujeres, lo que evidencia una tendencia de género marcada.
En paralelo, la depresión aparece como una de las principales causas vinculadas a estas muertes. En 2025, los servicios de salud han otorgado 988 atenciones por este padecimiento, una cifra que supera los 837 casos reportados en el mismo periodo del año anterior y que refleja un repunte en la demanda de apoyo especializado.
Expertos advierten que la lucha contra el suicidio no solo depende de recursos médicos, sino también de enfrentar el estigma social. Vergüenza, miedo a ser etiquetado como "débil", prejuicios religiosos o morales, y la desinformación sobre salud mental son barreras que impiden buscar ayuda y perpetúan el silencio.
A nivel global, la Organización Mundial de la Salud estima que cada año unas 727 mil personas se quitan la vida y muchas más lo intentan. Cada caso representa no solo una tragedia individual, sino un impacto profundo y permanente en familias y comunidades, lo que coloca a la prevención como una responsabilidad social en mano de todos.