Según la encuesta reciente de Rubrum publicado el 6 de octubre, Oaxaca ocupa el último lugar en transparencia y salud entre los 32 estados del país, reflejando un profundo descontento ciudadano hacia la gestión pública estatal, evidenciando una crisis en la administración de recursos y servicios básicos. La encuesta, realizada con 1,000 entrevistas telefónicas por entidad, revela que Oaxaca obtuvo apenas 3.78 puntos en transparencia y 3.64 en salud en una escala del 1 al 9, las calificaciones más bajas a nivel nacional.
Estas evaluaciones contrastan significativamente con los datos oficiales del gobierno estatal, que suelen presentar una imagen más positiva de la gestión pública. Por ejemplo, en el ámbito de la salud, la calificación de 3.8 puntos indica una crisis sanitaria, con servicios médicos insuficientes y una atención deficiente a la población. Esta disparidad entre los datos oficiales y las percepciones ciudadanas dan lugar a cuestionamientos sobre la información proporcionada por las autoridades.
El gobernador Jara Cruz ha respondido a estas críticas señalando que los indicadores oficiales difieren de los resultados de la encuesta de Rubrum.
En transparencia, la opacidad en el manejo de recursos públicos genera desconfianza entre la población. Además, la inseguridad y la deficiencia en obras públicas también contribuyen al malestar generalizado. Estos factores han erosionado la confianza ciudadana en la administración estatal, que ocupa el penúltimo lugar en desempeño general con 3.73 puntos.
Uno de los aspectos más destacados es que, el gobernador Salomón Jara Cruz, al frente de la administración estatal, ha sido señalado como el peor evaluado entre los 32 mandatarios del país, con una calificación promedio de 3.7 puntos.
En respuesta a estos resultados, el gobierno estatal ha prometido reforzar la transparencia, la vigilancia de recursos y la supervisión de obras; comunicados de la administración documentan reducción en la mortalidad materna y avances en acceso a servicios, citando registros de la Secretaría de Salud y mediciones del INEGI, aunque la ciudadanía espera acciones concretas que demuestren un compromiso real con la mejora de la gestión pública.