Hulk Hogan, una leyenda de la lucha libre profesional, falleció a los 71 años este jueves en su hogar de Clearwater, Florida, tras sufrir un paro cardíaco, informaron fuentes cercanas y medios especializados como TMZ Sports.
A pesar de que fue atendido y trasladado por paramédicos durante la madrugada, lamentablemente no pudo sobrevivir.
Conocido mundialmente por su nombre real, Terry Bollea, Hogan fue una figura clave para popularizar la lucha libre durante las décadas de los 80 y 90. Su carisma, físico imponente y frases inolvidables como "Say your prayers and eat your vitamins" lo convirtieron en un ícono dentro y fuera del ring.
A lo largo de su carrera, Hulk Hogan acumuló 12 campeonatos mundiales y ganó dos Royal Rumble consecutivos en 1990 y 1991. Entre sus combates más recordados está su enfrentamiento contra André the Giant en WrestleMania III, un evento que reunió a más de 93,000 fanáticos en el Pontiac Silverdome, marcando un récord histórico.
En 1996, sorprendió a sus seguidores al unirse al grupo Nuevo Orden Mundial (NWO), donde cambió de héroe a villano, revolucionando la narrativa de la lucha libre y aumentando aún más la popularidad del deporte.
Más allá del cuadrilátero, Hogan incursionó en el cine y la televisión. Participó en películas como Rocky III y protagonizó el reality show Hogan Knows Best, donde mostró su vida familiar y se consolidó como una figura emblemática en el entretenimiento deportivo.
En las semanas recientes, su esposa Sky había desmentido rumores sobre su salud, asegurando que Hogan estaba fuerte y en recuperación tras varias cirugías, incluida una en el cuello. Sin embargo, la noticia de su fallecimiento ha dejado una profunda tristeza entre sus seguidores.
La muerte de Hulk Hogan representa un gran vacío para el mundo de la lucha libre y para millones de fanáticos que vieron en él un símbolo de inspiración y entretenimiento. Su legado seguirá vivo en la memoria de quienes disfrutaron de sus combates y su carisma único.