Lluvias y humedad disparan contagios respiratorios en todo Oaxaca
En la semana epidemiológica 22 (25 al 31 de mayo de 2025), los Servicios de Salud de Oaxaca reportaron 1 667 casos de Enfermedad Tipo Influenza y de Infección Respiratoria Aguda Grave (ETI/IRAG), de los cuales 76 resultaron positivos a COVID-19 (4.6 % de positividad) y no se registraron defunciones, de acuerdo con el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedad Respiratoria Viral.
Estos brotes coinciden con el arranque de la temporada de lluvias en el Golfo de Tehuantepec, aproximadamente 80 por ciento de las cuales podrían intensificarse en ciclones, condiciones que favorecen la transmisión de virus respiratorios por los bruscos cambios de temperatura y la alta humedad.
La baja cobertura de vacunación agrava el repunte de enfermedades respiratorias. Los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) distribuyeron 122 mil 380 dosis de la vacuna Abdala contra COVID-19, lo que equivale a apenas un 2.9 por ciento de la población estatal estimada en 4.15 millones, muy por debajo del 53.3 en porcentaje de cobertura alcanzado en influenza estacional y neumococo. Este escaso avance refleja la desconfianza ciudadana observada también en otros estados, donde "la población no la acepta por considerarla poco efectiva".
La tos ferina resurgió con fuerza en la semana epidemiológica 21 (del 21 al 27 de mayo) donde se confirmaron 34 casos y hay 61 probables en todo el estado, principalmente en Valles Centrales, Tuxtepec y la Mixteca. También hay registros de 8 696 nuevos casos de Infecciones Respiratorias Agudas (IRAS), entre bronquitis, neumonías y bronquiolitis, superando en 4 639 casos a 2024 y situando a Oaxaca entre las 11 entidades con mayor incidencia nacional.
Para las familias que no cuentan con servicio gratuito o prefieren atención privada, más del 43 por ciento del gasto en salud sale de su bolsillo, que suelen recurrir a consultas privadas. Una visita con médico general cuesta entre 300 y 500 pesos, y puede superar los 1 000 pesos si acuden a un especialista; a esto se suman los medicamentos, cuyas facturas pueden duplicar el costo total de la atención, lo que complican el acceso rápido a atención médica, especialmente en zonas rurales con infraestructura limitada; donde más del 65 por ciento reside en áreas rurales e indígenas.
