Oaxaca celebró con alegría y orgullo el Primer Lunes del Cerro ante un Auditorio Guelaguetza lleno con más de 11 mil personas que vibraron con el colorido, la música y las danzas de las delegaciones de las ocho regiones del estado.
La edición 93 de esta emblemática festividad fue encabezada por la representante de la Diosa Centéotl 2025, Patricia Casiano Zaragoza, acompañada por el gobernador Salomón Jara Cruz y la presidenta honoraria del DIF Oaxaca, Irma Bolaños Quijano.
La jornada tuvo un sentido especial, ya que lo recaudado por la venta de boletos será destinado al apoyo de las comunidades de la Costa oaxaqueña afectadas por el paso del huracán Erick el pasado 19 de junio.
Con este gesto solidario, la Guelaguetza reafirmó su esencia de dar y compartir, al tiempo que se rindió tributo a la diversidad cultural de los pueblos indígenas, afromexicanos y mestizos que conforman el corazón cultural de México.
Durante la función matutina, 17 delegaciones ofrecieron espectáculos llenos de identidad y orgullo. Desde el tradicional Jarabe del Valle de las Chinas Oaxaqueñas hasta la imponente Danza de la Pluma de San Bartolo Coyotepec, pasando por la emotiva participación de Tlaxiaco con la Canción Mixteca, las y los asistentes disfrutaron de una rica muestra de costumbres, rituales y ceremonias como bodas tradicionales, fandangos y danzas ancestrales.
La presentación de Flor de Piña, a cargo de mujeres de San Juan Bautista Tuxtepec, cerró con broche de oro la mañana con sus coloridos huipiles y pasos sincronizados.
A la fiesta acudieron invitados especiales, entre ellos representantes diplomáticos de Dinamarca, Francia, Uruguay y los Países Bajos, así como funcionarias y funcionarios del Gobierno de México y gobernantes de otros estados.
La Guelaguetza, más allá del espectáculo, fue nuevamente una ofrenda viva de los pueblos originarios, una expresión de unidad y una afirmación de que Oaxaca, con sus raíces profundas, se fortalece y se reconstruye desde la cultura y la comunidad.