En Oaxaca, con más de 1 100 000 viviendas registradas, apenas el 6.6 % de los hogares cuenta con alguna póliza que cubra daños por huracanes o sismos; esto equivale a alrededor de 72 600 viviendas protegidas, mientras más de un millón permanecen sin respaldo ante la fuerza de la naturaleza de acuerdo a datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). Este dato coloca al estado muy por debajo del promedio nacional de 26.5 % de viviendas aseguradas y lo convierte en la entidad con menor cobertura en todo el país.
Por su parte, en el sector empresarial, el panorama no es mejor. De las 251 676 unidades económicas que operan en la entidad registradas en el Censo Económico 2024 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aproximadamente 16 600 establecimientos han contratado un seguro de daños que incluya coberturas por fenómenos hidrometeorológicos o sísmicos.
Esta brecha se explica, en gran medida, por la baja cultura de seguros en la población: muchos oaxaqueños desconocen la existencia de productos accesibles o temen que las primas sean caras, cuando en realidad una póliza de vivienda puede costar desde 270 pesos mensuales, con sumas aseguradas de hasta un millón de pesos. Asimismo, la percepción de trámites complicados y la desconfianza hacia las aseguradoras desincentivan la contratación, mientras que en zonas rurales la falta de información y la prioridad de cubrir necesidades básicas dejan en segundo plano la protección patrimonial.
El resultado es que el 93.4 % del patrimonio oaxaqueño está expuesto sin respaldo financiero, una situación crítica si se considera que la falla geológica del Istmo hace inminentes los sismos y con la temporada de huracanes de 2025 ya en marcha, la memoria fresca de eventos como Otis (2023) y el reciente Erick impulsa a llevar a cabo procesos de contratación con el fin de proteger el patrimonio.