México encabeza la lista de países con más muertes evitables según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con 435 defunciones por cada 100,000 habitantes, y esa estadística nacional posiciona a Oaxaca en el lugar más alarmante; la entidad registró una tasa estandarizada cercana a 602 muertes por cada 100,000 habitantes en 2024, la más alta del país, lo que pone en evidencia las desigualdades y la falta de acceso oportuno a servicios médicos.
Las muertes prevenibles no son "desgracias" aisladas, provienen mayoritariamente de complicaciones tratables como infecciones y afecciones obstétricas que no recibieron atención oportuna; que la política pública puede detectar, además de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes que concentran una proporción importante de las defunciones, causas por las que en otros países bastan programas de primer nivel y controles continuos para bajar la mortalidad.
En la Mixteca, Sierra y tramos del Istmo registran acceso limitado a servicios de primer nivel, personal insuficiente y una logística sanitaria frágil, condiciones que convierten problemas manejables en sentencias de muerte. A ello se suma la precariedad del abasto de medicamentos e insumos que durante gran parte de este 2025, hospitales del estado denunciaron faltantes que provocaron suspensiones parciales de cirugías y paros del personal sanitario, una señal de la gran falla del sistema.
Pero el comportamiento reciente no es nuevo: en 2023 Oaxaca ya registró una tasa de 469.99 muertes evitables por 100,000 habitantes lo que solo demuestra que el estado arrastra una carencia en salud que año con año ningún gobierno ha podido resolver en su totalidad.
Oaxaca representa el caso más crítico de las deficiencias estructurales de salud. La esperanza de vida estatal, de 73 años, está tres por debajo del promedio nacional, reflejando el peso de la marginación.
Sin resultados de las decisiones políticas y operativas del gobierno de Oaxaca, la salud seguirá siendo un tema de que hablar y cada cifra seguirá representando una vida que pudo salvarse.