El empleo en Oaxaca, es una actividad arraigada entre sus habitantes, una cultura que es inculcada de generación en generación, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el cuarto trimestre de 2024, del total de su población económicamente activa, el 98.1% se encontraba ocupada, solo 34 mil perosnas no se enrolaron en alguna actividad económica.
Pese a ello, Oaxaca es el estado que mantiene la tasa de informalidad laboral más alta del país, el 78% de su población ocupada, mientras que el 22% se mantiene en la formalidad laboral, lo que deja a 8 de cada 10 oaxaqueños con mayor probabilidad de encontrarse en situación de pobreza laboral.
Según datos recientes de la organización México ¿Cómo Vamos?, la pobreza laboral en Oaxaca aumentó un 5.2% en el último año, pasando de 58.7% a 63.9%, esto refleja una tendencia preocupante en el estado, donde factores como la informalidad laboral, y la insuficiencia de ingresos han contribuido que 6 de cada 10 familias, no les alcance para adquirir la canasta básica alimentaria para sus integrantes con el fruto de su trabajo.
Los estados con mayor informalidad laboral son también los que mantienen los niveles más críticos de carencias y desigualdad, en Oaxaca, el 74.3% de su población tiene carencia para acceder a la seguridad social, el 65.7% a servicios de salud y 55.2% a servicios básicos y vivienda.
Mientras que para los sectores formales, este porcentaje tan alto de la informalidad estatal, los expone a una competencia desleal, resultándoles imposible competir en precios, ya que sus costo final, del servicio a producto, debe considerar impuestos, incrementos salariales, aportaciones patronales, y demás responsabilidades fiscales y administrativas.
En números absolutos, un millón 495 mil oaxaqueños trabajan en la informalidad; de estos, 744 mil en el sector informal, 498 mil en el ámbito agropecuario, 187 mil en empresas, gobierno e instituciones, y 67 mil en el trabajo doméstico remunerado.