Oaxaca, con apenas 170 patentes registradas en los últimos 33 años, se encuentra rezagado frente al impulso que para muchos países representa la investigación, la ciencia y la tecnología como motor de desarrollo económico. En el primer trimestre de 2025, México presentó 231 patentes más de una al día, pero de todas ellas únicamente tres fueron originadas en Oaxaca; y en 2024, de las 1 573 solicitudes de propiedad industrial a nivel nacional 700 de las cuales resultaron en patentes, el estado reportó solo cinco casos, dos diseños industriales y tres patentes.
La ruta para obtener una patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) implica, además de demostrar la novedad y aplicación técnica del invento, el pago de tarifas que oscilan en promedio en $5 278 pesos por solicitud, más costos de estudios de antecedentes y posibles asesorías especializadas, lo que para muchos inventores oaxaqueños se vuelve una barrera económica y administrativa. A esto se suma la lejanía de los centros de decisión y la falta de infraestructura local: solo cuenta el estado con un Consejo Oaxaqueño de Ciencia, Tecnología e Innovación (Cocitei) y ningún clúster científico-tecnológico de relevancia, lo cual dificulta la vinculación entre universidades, centros de investigación y sector productivo.
A pesar de que en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 se destinaron 33 mil 170 millones de pesos al antiguo Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONACyT); reconvertido ahora en Secretaría de Ciencia, los recursos que finalmente se canalizan a proyectos y estudios en Oaxaca representan menos del 1 por ciento de ese total.
La cultura de la innovación y el interés ciudadano también son limitados. Aunque el Consejo Oaxaqueño de Ciencia, Tecnología e Innovación (Cocitei) abrió en junio de 2025 una convocatoria para impulsar patentes y ofreció financiamiento y asesoría gratuita, hasta mayo solo una veintena de proyectos se inscribieron, reflejando un desconocimiento generalizado sobre los beneficios de la protección intelectual.