En Oaxaca, el consumo elevado de alimentos ultraprocesados está agravando una crisis de salud pública. Entre 2013 y 2022, las muertes por enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), aumentaron más del 140% de acuerdo al estudio Enfermedades crónicas y consumo de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas en personas adultas oaxaqueñas. Particularmente preocupante es la tasa de mortalidad por enfermedad renal crónica, que en 2022 alcanzó las 521 muertes por cada 100,000 habitantes en Oaxaca, colocándola en el cuarto lugar a nivel nacional.
La campaña #Oaxacasinchatarra alertan que los productos ultraprocesados y las bebidas azucaradas ya aportan cerca del 24% de la ingesta calórica de la población oaxaqueña, desplazando alimentos frescos y tradicionales. Esa mala alimentación ocurre en un contexto donde hasta el 76% de la población adulta enfrenta algún grado de inseguridad alimentaria, un factor que aumenta la dependencia de alimentos baratos y ultraprocesados.
Esta tendencia se ha visto impulsada por la creciente disponibilidad de estos productos y su publicidad, que afecta especialmente a hogares con niños y adolescentes.
La obesidad, que afecta al 86.4% de la población oaxaqueña, es otro factor de riesgo importante. De acuerdo al gobierno del estado, hasta la semana 7 de 2025, se registraron 1,559 casos de obesidad en Oaxaca, con una mayor prevalencia en mujeres con 953 casos.
Esta condición está relacionada con enfermedades del corazón, hipertensión arterial, afectaciones al hígado, artritis y múltiples tipos de cáncer. Algunos factores que permiten incrementar el riesgo de estas enfermedades son el sedentarismo, sumado a los patrones alimenticios poco saludables, una cantidad insuficiente de sueño y altos niveles de estrés. El tratamiento de la obesidad debe ser manejado de manera integral por un grupo de especialistas en medicina, nutrición, psicología y activación física.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Dirección General de Información en Salud (DGIS), las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y los tumores malignos son las principales causas de muerte en Oaxaca. Este aumento alarmante de mortalidad afecta particularmente a los hombres, las personas adultas mayores, la población indígena y las comunidades con mayor grado de marginación.