El Museo de Arte Prehispánico de México "Rufino Tamayo" volvió a abrir sus puertas después de más de cinco décadas sin recibir atención, como parte de las acciones de recuperación del patrimonio cultural en Oaxaca.
La intervención tuvo un costo de 6.1 millones de pesos y contempló trabajos en la fachada, instalaciones eléctricas, pisos, carpintería y conservación del patio central, con el objetivo de asegurar condiciones adecuadas para el resguardo de la colección y la visita del público.
Según el gobierno estatal, entre 2023 y 2025 se han restaurado y conservado 227 espacios culturales, históricos y comunitarios en distintas regiones de la entidad, con una inversión cercana a los 800 millones de pesos.
Estas acciones incluyen templos, palacios municipales, panteones y plazas públicas ubicadas en zonas como la Sierra Juárez, la Mixteca, el Istmo y los Valles Centrales, con el propósito de preservar la memoria local y fortalecer la conexión de las comunidades con su historia.
En 2023 se atendieron 195 espacios, la mayoría mediante el Programa Nacional de Reconstrucción, entre ellos el Panteón General San Miguel y el templo de La Merced en la capital, además del Palacio Municipal de Juchitán y templos de San Miguel Arcángel, San Pedro Mártir y La Señora de la Merced en distintas regiones.
Para 2024, se consolidaron proyectos de renovación urbana en el centro de Oaxaca y la restauración de monumentos religiosos y edificios civiles afectados por el deterioro del tiempo.
Durante este 2025, se ejecutan 22 acciones adicionales con un presupuesto superior a 117 millones de pesos, distribuidos en espacios culturales, obras coordinadas con el Instituto Nacional de Antropología e Historia y proyectos estratégicos comunitarios. Autoridades culturales señalaron que la reapertura del Museo Tamayo es un ejemplo del esfuerzo por mantener vivo el patrimonio oaxaqueño, promover el acceso a la cultura y convertirla en una fuente de identidad y participación social.