La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de las Bellas Artes y Literatura (INBAL), otorgó a Natalia Toledo de Paz, la Medalla Bellas Artes en Lenguas Indígenas 2025, en reconocimiento a la destacada obra escrita en zapoteco y español de Natalia Toledo.
Nacida en Juchitán, Oaxaca, Natalia Toledo de Paz, ha dejado en claro que fue bendecida con su lengua materna, que, pese a los retos, donde tuvo que aprender obligadamente a comunicarse en español en su educación inicial, ha logrado dejar un aporte a su cultura, trabajando día a día para para mantener viva su lengua materna.
La obra de Natalia Toledo, poeta, narradora y gestora cultural de Juchitán, es un puente literario que conecta la tradición oral zapoteca con la literatura contemporánea. Sus versos, escritos de forma bilingüe, se distinguen por una lírica que explora temas de identidad cultural, el erotismo, la vida cotidiana de su comunidad y un profundo vínculo con la naturaleza.
Para Natalia, el poder escribir en zapoteco, le permite regresar a sus orígenes, a recordar el totopo, la tierra mojada, los aires de Juchitán, ya que muy joven fue arrancada de tierra madre para ser llevada a la ciudad de México, pero pese a ello, se empello a siempre enaltecer su cultura.
Al hacer uso de la voz, la titular del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Alejandra de la Paz Nájera, recordó que además de poeta, Natalia Toledo es diseñadora, promotora cultural y ha colaborado en diversos proyectos de gestión educativa, que benefician a diversas comunidades, al fortalecer su derecho a una vida cultural digna en sus propias lenguas.
La homenajeada, Natalia Toledo, recordó que creció en un mundo que no aceptaba otro idioma que el español. A los ocho años llegó a la Ciudad de México. Su primer libro, publicado a los 21 años, era en español, no obstante, tras leer que los críticos no reconocían la existencia de literatura en lenguas originarias, como ?alta poesía?: "Me di cuenta que yo venía del pensamiento de quienes desarrollaron la escritura más antigua que se conoce en América, los zapotecas, desde ese día abracé mi lengua, y prendí las luces de mi palabra".
Este reconocimiento subraya la importancia de su trabajo como una herramienta de resistencia y dignificación de las lenguas originarias y su contribución esencial a las letras mexicanas e internacionales.
Este reconocimiento celebra una obra que preserva y revitaliza la memoria, la identidad y la riqueza cultural de nuestro país.