Oaxaca ha sido históricamente uno de los estados con más carencias en México, especialmente en los rubros como la salud, dicho rezago se enfoca en la falta de acceso a servicios de salud digno, medicamentos, personal e insumos básicos; cada día, son más las comunidades que cuenta con centros médicos u hospitales, pero esto no les está garantizando el derecho a la salud.
Autoridades aseguran, que al corte del mes de agosto del 2025, se tiene una mejoría de 21.8% en acceso a servicios médicos, al pasar de 2.7 millones personas que carecían de estos en 2022 a 1.8 millones, atribuyendo estos logros al mejoramiento de la infraestructura hospitalaria.
En este 2025, el Gobierno Federal, encabezado por la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, contempló la inauguración y entrega de al menos 6 hospitales del IMSS-BIENESTAR en Oaxaca, destacando, el Hospital de la Mujer y el Niño Oaxaqueño, así como el Hospital General IMSS Bienestar de Tuxtepec, este último construido con recursos de la venta del avión presidencial, el cual a pocos días de su inauguración, se llenó de críticas y protestas, ya que médicos y paciente se encontraron con un cascaron nuevo, pero con grandes deficiencias
Situación que no es nueva ni exclusiva de Tuxtepec, en los Valles Centrales, la Costa, el Istmo, las protestas van en el mismo sentido, lo que deja claro la deuda que se tiene en uno de los estados más pobres, donde acudir a instituciones de salud pública se vuelve la única esperanza de atención.
Si bien en cierto, los nuevos hospitales pueden mejorar el acceso a la atención médica, su efectividad depende de la correcta gestión de los recursos, de poco sirve contar con infraestructura moderna en algunos hospitales, si al final el derechohabiente tiene que pagar por su material de curación, estudios y medicamentos, ya que estos no cuentan ni con lo básico necesario para su operación, y mucho menos con especialistas, lo que lleva en muchos casos a la posposición de cirugías, afectando especialmente a los que menos tienen.