La prolongada sequía en Oaxaca ha dejado 214 de sus 570 municipios; es decir el 37% del estado con alguna condición de déficit hídrico, desde "anormalmente seco" hasta "sequía extrema".
Registros de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) al 15 de marzo indican 142 municipios en fase D0 (anormalmente seco), 43 en D2 (sequía severa) y 29 en D3 (sequía extrema), afectando vastas áreas de pastizal y fuentes de agua locales.
Entre las zonas más golpeadas están Santa Cruz Papalutla, Santiago Niltepec, Santo Domingo Tonalá y Cosoltepec, donde ganaderos reportan agotamiento de potreros y pozos secos.
En el Istmo de Tehuantepec, tras tres meses sin registrar condiciones secas, hoy 18 municipios vuelven a presentar sequía moderada, un vaivén que toma por sorpresa a productores confiados en el inicio de la temporada de lluvias.
Esta situación no es nueva, en mayo de 2024, más de 500 reses murieron y los precios de venta se desplomaron de 18 mil a entre 10 mil y 11 mil pesos por cabeza, obligando a malbaratar ganado para evitar pérdidas mayores a 20 mil ganaderos. En el Istmo, se perdió hasta el 90 por ciento de la producción de leche en las microrregiones más afectadas, mientras en la Cuenca los productores sólo ordeñaban el 10 por ciento de lo habitual.
Pese a que Conagua ha otorgado 194 concesiones para extracción de agua superficial y subterránea; que son casi 60 000 millones de litros anuales, ese volumen se destina mayormente a usos industriales, dejando a ganaderos y pequeñas comunidades cada vez con menos recursos. Muchos llevan agua en tinacos hasta sus potreros, compran forraje a precios elevados en estados vecinos, lo que triplica sus costos.