Sin salvavidas, Oaxaca suma siete ahogados

Durante los primeros meses de 2025, Oaxaca ha registrado un total de siete muertes por ahogamiento en distintos cuerpos de agua del estado. Desde enero, dos personas extranjeras, uno de Estados Unidos y otro de Canadá murieron ahogados y los cuerpos fueron rescatados por pescadores de Playa Zicatela, en Puerto Escondido.

En la primera semana de febrero, un menor de 13 años, José Alberto, se ahogó en la presa de Tocuela, en el municipio de Ocotlán de Morelos. El adolescente nadaba con un grupo de amigos cuando desapareció bajo la superficie; su cuerpo fue localizado al día siguiente por bomberos de la región. Apenas un mes después, el 8 de marzo, otro niño de 8 años perdió la vida en el río Papaloapan. Testigos relataron que el menor cayó en una zona profunda mientras intentaba refrescarse con sus compañeros, y aunque lo sacaron del agua, ya no tenía signos vitales.

Además de estos casos, Protección Civil de Oaxaca ha documentado tres ahogamientos más vinculados a fenómenos de mar de fondo, corrientes repentinas y zonas sin vigilancia. Estos incidentes se han concentrado en playas y ríos como Agua Blanca, El Tomatal y otros cauces secundarios sin señalización que advierta sobre corrientes peligrosas.

Del total de víctimas, al menos tres eran turistas (como el caso de Zicatela) y cuatro eran residentes locales o personas de paso. Las dependencias estatales instalan banderas de advertencia (roja para peligro elevado) y organizan operativos de vigilancia durante temporadas vacacionales. Durante la Semana Santa de 2024, se reportaron 16 decesos por ahogamiento en distintos lugares de Oaxaca, incluyendo playas, ríos y cascadas.

Sin embargo, en diversos ríos y presas no hay salvaguardas capacitados ni material salvavidas lo que puede agravar situaciones como el reciente hecho del hombre que perdió la vida ahogado luego de caer con su vehículo al canal del rio en Juchitán de Zaragoza. La Organización Mundial de la Salud destaca que el ahogamiento es una de las principales causas de muerte en niños y jóvenes, siendo 100% prevenible con medidas adecuadas como la supervisión constante y la educación en seguridad acuática