A más de tres décadas de su inauguración, la súper carretera Cuacnopalan?Oaxaca (135-D) enfrenta una creciente demanda que ha rebasado su capacidad operativa, generando riesgos constantes para quienes la transitan. Transportistas y autoridades coinciden en la urgencia de ampliar y rehabilitar esta vía clave que conecta los estados de Oaxaca y Puebla.
La autopista fue puesta en operación el 30 de noviembre de 1994 por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari y el exgobernador de Oaxaca, Diódoro Carrasco Altamirano. Con una extensión de 243 kilómetros y un diseño tipo A2 ?dos carriles con acotamiento?, la carretera fue en su momento un avance significativo, pero hoy resulta insuficiente frente al elevado flujo vehicular de carga y pasajeros hacia el centro y sur del país.
Conductores experimentados recuerdan que antes se utilizaban las carreteras federales 190 y 135, rutas más lentas y con un tiempo de trayecto de cinco a seis horas con carga. Aunque la autopista acortó tiempos, desde sus inicios se han registrado accidentes frecuentes, situación que se ha agravado con el paso de los años.
El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, ha advertido que, sin una ampliación a cuatro carriles, los accidentes mortales continuarán en la zona limítrofe entre ambas entidades. Esta preocupación ha sido compartida por transportistas, quienes insisten en que ya es momento de que el Gobierno Federal ejecute un proyecto de modernización integral.
La propuesta de ampliación ha sido considerada en años recientes por los gobiernos de Oaxaca, Puebla y la Federación, ante el crecimiento sostenido del tránsito vehicular y la antigüedad de la infraestructura. Transportistas y autoridades piden que no se postergue más esta intervención clave para la seguridad y conectividad regional.