En el Istmo de Tehuantepec, mayo es sinónimo de celebración, tradición y cultura. Durante este mes, las comunidades zapotecas llevan a cabo las "velas", festividades que combinan elementos religiosos, sociales y culturales.
Las velas tienen sus raíces en la época prehispánica, cuando se realizaban ceremonias para pedir buenas cosechas a los dioses y a lo largo del tiempo, han evolucionado, incorporando elementos contemporáneos.
Entre ellas, destaca la Vela Sandunga, que data de 1953, es considerada la más emblemática y representativa de la región. Celebrada el último sábado de mayo en Santo Domingo Tehuantepec, es una de las festividades más esperadas del año. Su nombre proviene de "La Sandunga", canción tradicional considerada el himno del Istmo. Esta vela se distingue por su elegancia y por ser un espacio donde se exalta la música, la danza y la indumentaria tradicional.
Este evento se caracteriza por la coronación de la Reina Sandunga, donde las candidatas participan en un certamen demostrando su conocimiento sobre costumbres, gastronomía e historia de la región. La reina electa se convierte en embajadora de la cultura zapoteca, promoviendo y preservando las tradiciones del Istmo de Tehuantepec.
Además de la Vela Sandunga, otras comunidades, como Juchitán de Zaragoza, El Espinal, Ciudad Ixtepec, Unión Hidalgo y Salina Cruz, celebran sus propias velas, fortaleciendo el turismo en la región.
Se celebran aproximadamente 26 velas a lo largo del año en el Istmo, concentrándose la mayoría en abril y mayo. Durante estas festividades, se genera una derrama económica significativa que beneficia a diversos sectores, estimada en aproximadamente 20 millones de pesos.