James Neely, Blas Castellón-Huerta, Samuel Wilson, Mark Willis y Chester Walker, de la Universidad de Cambridge, durante un estudio arqueológico para la documentación de los extensos sistemas de gestión del agua e irrigación, prehistóricos y coloniales en el Valle de Tehuacán, terminaron registrando un complejo de montículo y plaza que incluye un montículo-esfinge con forma de escorpión; parte de un sistema agrícola intensivo que además podría formar parte de un complejo cívico-ceremonial local con la posible función de observar los solsticios de verano e invierno; una ocupación entre el Clásico Tardío y Posclásico.
En el artículo "El Complejo del Montículo del Escorpión: Un sitio de montículos esfinge con posible significado funcional y ceremonial en el Valle de Tehuacán, Puebla, México", de finales de agosto de 2025, por la Universidad de Cambridge, se expone el estudio realizado por James Neely, Blas Castellón-Huerta, Samuel Wilson, Mark Willis y Chester Walker desde principios del siglo XXI (2000´s). Cabe resaltar que en Mesoamérica los montículos-esfinges son escasos.
De acuerdo con el estudio el "Complejo del Montículo del Escorpión" (SMC, por sus siglas en ingles), se ubica cerca del centro del segmento Llano de la Taza, ocupa una superficie de aproximadamente 9 hectáreas, consta de 12 montículos incluyendo el montículo del escorpión con dimensiones máximas de 62.5 metros de largo, 13.2 metros de ancho (a lo largo del cuerpo), 22.1 metros de ancho (a lo largo de las garras), y una altura máxima de 80 centímetros; Del total de montículos, 8 incorporan alineaciones de paredes de habitación.
En el sitio fueron hallados cuencos, jarras y fragmentos de platos, molcajetes, fragmentos de incensarios y Xantiles, que se cree participaron en rituales; los investigadores, basados en la gran cantidad de cerámica superficial diagnosticada, ubicaron al "Complejo del Montículo del Escorpión" en los periodos: epiclásico tardío y posclásico temprano (ca.600 ? 1100 d.c.).
El escorpión era una deidad prominente para los pueblos de la antigua Mesoamérica y un miembro principal del panteón de dioses dentro de la religión Azteca; representaba a "Venus" también relacionada y/o manifestada por otras deidades como Tlaloc y Quetzalcóatl; el estudio plantea la hipótesis de una "planificación de las actividades agrícolas en base a observaciones celestes", puesto que la orientación de ciertas constelaciones como "la estrella de la mañana", se utilizaban para predecir los cambios estacionales y los patrones climáticos.
Ahora bien, la orientación general del montículo: hacia el este-noreste, sugiere que podría haber estado alineado con la salida del sol en el solsticio de verano; la alineación de este y trazado de los azimuts de los solsticios de verano e invierno, sugieren un posible uso, que para su determinación amerita más investigaciones.