Los servicios de Salud del Estado de Puebla, durante 2024 en Tehuacán atendieron cada 21 horas 41 minutos un accidente de transporte en vehículos con motor (402), cifra que incrementó comparada con 2023, cuando atendieron un total de 295; mientras que 28 peatones fueron atendidos tras ser lesionados en accidentes, 9 más que el año anterior. "El semáforo" en el acceso a la colonia Manantiales en la junta auxiliar de San Lorenzo, registró una de las víctimas mortales, cambiándole la vida a una familia y sembrando aún más miedo en una comunidad entera, debido al histórico de fallecimientos por atropellamiento en esa zona.
"Precisamente hace un año perdí a uno de mis primos, por un accidente de estos; fue muy doloroso, porque fue una situación horrible, le amputaron una pierna, no agarraron al responsable ni nada", compartió la prima de una de las últimas víctimas mortales en el sitio.
"Bajo de la combi, iba a atravesarse, pero no respetaron el semáforo y ahí lo atropellaron; el semáforo que estaba en rojo se atravesó de la parada y quedó a media carretera", detalló la cuñada de la víctima mortal.
La noche del 27 de agosto de 2024, Rafael de 51 años fue otra víctima mortal del nulo respeto al "semáforo" ubicado sobre la Carretera Federal 150 México-Veracruz entre el Complejo Metropolitano de Seguridad Pública Regional (C5) y la caseta de cobro de Tehuacán; tras ser atropellado por una camioneta particular, misma que incluso por la velocidad a la que transitaba le amputó la pierna izquierda.
"Mi cuñado tuvo un accidente, lo atropellaron y falleció; no lo atendieron porque dijeron que no le correspondía; al municipio, que era competencia de la Guardia Nacional; dilataron una hora en llegar, se desangró y falleció", añadió la familiar.
Si bien Rafael, alcanzó a llegar al hospital con signos vitales, horas más tarde perdió la vida dejando a dos jóvenes en orfandad, puestos que tiempo atrás también había fallecido su madre; el masculino de 51 años también se convirtió en uno de los 2 mil 145 casos de atropellamiento de peatones que ese año se registraron en México, y de los que los responsables se dieron a la fuga.
"Se dan emergencias entre la vida y la muerte, pero nadie nos hace caso; no respetan los semáforos, necesitamos un tope o un puente"; "exigimos que nos den solución, ya somos muchos habitantes en esta colonia, y se siguen suscitando accidentes", destacó la prima de Rafael.
"A tránsito municipal que le regresen este tramo, porque han sido quienes han estado más a la mano; no vamos a decir que muy rápido, pero su presencia ha sido otra, comparada con los de la Guardia Nacional", expresó Francisco uno de los vecinos de la zona.
A más de un año del fallecimiento de Rafael, su caso prevalece impune; y la familia confía en que por lo menos su historia mueva a las autoridades a brindar atención a lo que la comunidad ha determinado como "el semáforo de la muerte", garantizando un cruce seguro y respeto tanto a los señalamientos viales como a los límites de velocidad; porque otra de las constantes es que unidades se queden sin frenos, al bajar de la carretera federal sobre la autopista y/o caseta.