"Que las historias que contemos le dejen algo a los niños, al público en general; si presentamos una obra sobre catrinas les contamos la historia y cultura del ´Día de Muertos´, o le acercamos la muerte al niño, de alguna manera, no para espantarlo; sino para que vean que lo mismo se muere una mascota, que el vecino, que un amigo", explicó el maestro titiritero Guillermo Enríquez.
Después de haber fabricado un número considerable de títeres y marionetas, que permitieron la construcción de diversos personajes, a finales de agosto de 2016 el matrimonio Enríquez López iniciaron con la Compañía de "Historias de Trapo".
"Yo no estudié teatro, actuación ni proyección de voz, pero si quise integrarme para apoyar y que no se quedará en el olvido tanto trabajo", destacó Patricia López Martínez, Maestra titiritera.
"Con un guion ya elaborado por la maestra Lupita Martínez Galindo, se hizo en forma la representación con títeres del libro "El Secreto" de otra escritora; y es ahí donde oficialmente nace ´Historias de Trapo´", recuerda Guillermo.
Una de las pocas compañías que intentan preservar el agonizante arte de títeres en Tehuacán, por casi 9 años.
"Se tuvo que hacer una serie de títeres guiñoles que representaban al cuento, pero se hicieron para la representación de esa puesta en escena, de aquel libro", abundó Enríquez.
Los primeros personajes con los que el matrimonio empezó mediante títeres de guante y pupes, fueron "Perro Pulgoso" y la reportera "Paty Chamoy"; con apenas 2 obras por año, una el "Día del niño" y otra el "Día de Muertos".
"Debuté con ´Paty Chamoy´, una reportera banal, impuntual, olvidadiza, ese fue mi primer personaje; para mi fue un poco difícil proyectar sobre el títere lo que se está haciendo y diciendo; me ha costado trabajo hasta el día de hoy" compartió Patricia.
Todos estos años al matrimonio Tehuacanero, les ha tomado mucho trabajo hacer que sus obras tengan un propósito educativo, puesto que del promedio del público que en la actualidad acude a sus presentaciones: de 30 a 35 personas, el 50% son niños y la otra mitad adultos.
Otro de sus procesos de aprendizaje fue el comprender que ya en el escenario ante niños, tienen minutos para captar su atención, de no hacerlo resulta imposible cumplir con su objetivo: hacerlos reflexionar sobre problemas sociales o cotidianos.
"Él hacía el guion, los dos lo mejoramos para que no fuera aburrido, para que tuviera un poco de ingenio, cosa que es un poco difícil porque tenemos muy claro que la atención de los niños la pierdes muy rápido, sobre todo de niños chicos, de 5 a 6 años", finalizó la maestra titiritera Patricia López Martínez.
"Historias de Trapo" ahora busca adaptar guiones con los que reflexionen sobre temas como la violencia, el acoso, la prevención de adicciones, sobre las problemáticas a las que se enfrentan los sectores sociales siguientes a la niñez, principalmente dirigidas a adolescentes; para ello su meta también es incrementar y diversificar su número de personajes para la naciente finalidad.