Los líderes opositores María Corina Machado y Edmundo González Urrutia advirtieron este sábado que el fallecimiento, bajo custodia del Estado venezolano, del exgobernador de Nueva Esparta (insular) Alfredo Díaz revela un "patrón sostenido de represión estatal", y denunciaron que ya son 7 los presos políticos que han muerto en prisión luego de las presidenciales del 28 de julio de 2024.
En un comunicado conjunto, compartido en sus redes sociales, Machado y González Urrutia precisaron que las "circunstancias" de estas 7 muertes -cifra rectificada después de un primer escrito donde contabilizaban 12- "incluyen la negación de atención médica, condiciones inhumanas, aislamiento y torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes".
"El sistema de seguridad y penitenciario ha sido instrumentalizado para perseguir, castigar y quebrar a quienes piensan distinto", aseguraron los líderes opositores.
En referencia a Díaz, subrayaron que su integridad y vida eran "responsabilidad exclusiva de quienes lo mantenían arbitrariamente secuestrado" en El Helicoide, como se conoce a la sede en Caracas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), y por tanto -añadieron- "no puede tratarse como un fallecimiento común".
"Es un crimen bajo la responsabilidad del régimen", reafirmaron Machado y González Urrutia, quienes prometieron que documentarán "cada omisión y cada responsabilidad" y "no habrá impunidad".
"La justicia llegará para Alfredo y para cada una de las víctimas de esta tragedia", agregaron.
En su cuenta de X, González Urrutia indicó que Díaz "debió recibir la atención médica que necesitaba, como tantos presos políticos a quienes se les niega un derecho básico que debe ser garantizado sin excepciones".
La ONG venezolana Foro Penal, dedicada a la defensa de presos políticos, confirmó este sábado la muerte de Díaz, quien llevaba más de un año detenido.
El director vicepresidente de la organización, Gonzalo Himiob, señaló que la "familia de Alfredo Díaz ha sido notificada de su muerte".
"Según el Protocolo de Minnesota (2016), se trata de una 'muerte potencialmente ilícita' que debe ser investigada de manera objetiva e imparcial", subrayó Himiob en X.
El partido opositor Voluntad Popular aseguró que Díaz falleció "víctima de un infarto fulminante".
La esposa de Díaz, Leynys Malavé, exigió en su cuenta de Instagram una respuesta al Estado: "¿Qué pasó con mi esposo, me lo mataron?", dijo.
El exgobernador -activista del partido opositor Acción Democrática y también exconcejal y exalcalde- fue detenido en noviembre de 2024, en un contexto de crisis política tras las presidenciales de ese año, en las que la mayor coalición opositora denunció como fraudulento el resultado de dio la reelección al mandatario Nicolás Maduro.
Díaz cuestionó la falta de publicación de los resultados desglosados de las presidenciales y denunció, días antes de su detención, la crisis eléctrica que vivió en noviembre Nueva Esparta, que el Gobierno atribuyó a ataques de la oposición.