Mientras que la OMS define a la "fisioterapia" como el "conjunto de intervenciones encaminadas a optimizar el funcionamiento y reducir la discapacidad en personas con afecciones de salud en la interacción con su entorno", la Confederación Mundial de Fisioterapia la establece como los "servicios para individuos y poblaciones, a fin de desarrollar, mantener y restaurar el máximo movimiento y habilidad funcional a lo largo de la vida". En Mesoamérica los orígenes de esta disciplina se remontan a los Aztecas y Mayas.
"A mediados del siglo XX la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió a la fisioterapia como "el arte y la ciencia del tratamiento por medio de ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua masaje y electricidad", actualmente la define como el "conjunto de intervenciones encaminadas a optimizar el funcionamiento y reducir la discapacidad en personas con afecciones de salud en la interacción con su entorno"
Especialistas coinciden que además debe acompañarse de un seguimiento multidisciplinario por profesionales de la salud, desde médicos, nutriólogos, hasta psicólogos, ya que se aborda sobre afectaciones, pérdida total o parcial de funciones, así como deficiencias físicas, cognitivas, sensoriales, etc., que implican un proceso de duelo, conocimiento y adaptación.
"Dejamos de lado esta parte donde podemos descubrirnos, encontrarnos; entonces la terapia tanto física como psicológica nos va a dar esta posibilidad de irnos conociendo, de ir aprendiéndonos y de esa manera poder desarrollar habilidades o herramientas para situaciones que no hemos tenido oportunidad de enfrentar o hacer", indicó Humberto Merino Hernández, Psicólogo.
En Tehuacán un solo especialista en la terapia física y de rehabilitación al día atiende entre 12 y 16 pacientes; en primer lugar mujeres de 60 años en adelante, mujeres en etapa adulta y en menor cantidad jóvenes entre 16 y 26 años que practican algún deporte como pesas, atletismo o fútbol.
"No siempre va a depender del terapeuta y de la terapia; nosotros tenemos que plantear tratamientos donde encaminamos al paciente a una mejora, pero este tiene que ser constante en casa, formar un hábito de cuidado", resaltó Fernando Montero Peregrina Lic. en Terapia Física y Rehabilitación.
Por ejemplo, a pacientes con lesión en la columna tras brindarles terapia, agentes físicos que disminuyan su dolor, se les indica un tratamiento de fortalecimiento, y se les solicita conseguir un peso acorde a sus necesidades y características, para que desaparezca el daño o aminore (en algunos escenarios); pero 6 u 8 meses después regresan a consulta a causa de un dolor insoportable esto por no mantener la dieta prescrita, no continuar con sus ejercicios y no ingerir suficientes líquidos.
"Muchos de estos problemas son causa, además del traumatismo, de la condición específica de ese paciente, de sus malos hábitos y es cuando se regresa al dolor", destacó Montero Peregrina.
"La terapia psicológica también tendría que ser parte de la canasta básica, esto es, leche, pan, carne, huevos y terapia", consideró Merino Hernández.
Así cerca del 90% de los pacientes regresan a terapia física y/o de rehabilitación, luego de retomar malos hábitos. Otra realidad en Tehuacán es un "círculo vicioso de afectaciones, deficiencias o pérdida de funciones", por ejemplo, pacientes con obesidad que desarrollan lumbalgia y entran a un estilo de vida sedentario, factor que aumenta más su peso.