Atender al Programa de Vivienda para el Bienestar, requiere de su consideración en la planeación del crecimiento sostenible de las ciudades; así como de la crisis: demográfica y de casas asequibles, que apunta hacia el desarrollo de "viviendas verticales" y no horizontales: ubicadas en zonas con difícil acceso a los servicios.
"Las va a volver a acondicionar y va a dar un crédito muy light, muy ligero, para que gente de escasos recursos se pueda hacer de su casa ", Jaime Trujillo, Agente Inmobiliario desde hace 25 años en Tehuacán.
Si bien, especialistas consideran que en Tehuacán no hay muchas zonas y/o casas candidatas para el programa; autoridades federales deben urgir a los municipios para actualizar la normativa que permita construcciones sostenibles, de lo contrario sería un programa que generé impactos negativos a mediano y largo plazo.
Por ejemplo, en Tehuacán el Programa o Carta de Desarrollo Urbano que debe actualizarse cada 5 años; desde hace 10 años esta desactualizado, y aunque el proceso lo comenzó la pasada administración, este no fue concluido; mientras que el Reglamento de Construcciones lleva 31 años de rezago; lo que impacta en el orden en el que crece la ciudad, desde las edificaciones.
"La cuestión con el crecimiento urbano, viene asociada con la demanda de espacios para la vivienda; aquí lo que ha pasado en muchas partes del país, particularmente en las zonas turísticas, vemos escases de predios para construir casas, porque se vuelve muy fuerte la especulación de los terrenos", indicó el Doctor Miguel Antonio Mascarua, Especialista en economía y Desarrollo de proyectos.
El crecimiento de las demarcaciones es un tema que exige ponerse sobre la mesa de las autoridades en los tres niveles de gobierno.
Y es que tan solo hasta los últimos datos oficiales disponibles (del INEGI en 2020) en Tehuacán había 85 mil 400 viviendas, en el 63.4% las personas de referencia fueron varones y solo el 36.6% mujeres; ahora que, del total el 12.8% tuvieron como jefes del hogar a personas entre los 40 y 44 años; lo que también subraya la importancia de planes, programas o políticas en materia de viviendas, con perspectiva de género y que faciliten el acceso a la población joven.