Bomberos; el trabajo de cara a la muerte
Timbra el teléfono en la Dirección de Bomberos y Protección Civil, el llamado de emergencia es atendido de inmediato, una cuadrilla de los 200 integrantes que conforman el equipo junto con 84 voluntarios en todo el estado toman botas y chaquetón para enfrentarse a lo múltiples riesgos que los ponen de cara a la muerte para salvar la vida de los demás.
"El primer reto que tenemos es a la muerte, ya que nos enfrentamos en el día a día a diferentes controversias de emergencia, desde que salimos de aquí - base de bomberos- a alta velocidad, no sabemos si alguna persona se va atravesar o será algún coche, vamos a algún incendio en casa, no sabemo si es de maleantes, si tenga mucho que quemarse en el incendio y nos caiga encima, o en la ambulancia por la velocidad, es alto el riesgo que enfrentamos de muerte". -Carlos Alejandro Plascencia; Encargado turno No. 2 Dirección Estatal de Protección Civil y Bomberos.
Factores determinantes como la falta de estímulos, o el otorgamiento de equipo ideal de protección personal no han podido doblar la valentía de los miembros, quienes adentrados en acción, sufren de descargas de adrenalina que por mucho rebasa la vocación, enfocados única y exclusivamente en poner a salvo a quién peligra.
"En lo que era el equipo lo pedía de los Estados Unidos y llegaba en condiciones pésimas, por el uso que le daban los americanos y aparte nosotros, otra situación es que nos compraban equipo que no era el adecuado, equipo corriente para nosotros, hoy en día nos compraron el equipo que debe ser, tenemos las unidades bastantes para atender una emergencia, se está inflando también el equipo humano, pero trabajamos con el corazón para lo que hacemos con la ciudadanía, primeramente son las ganas de trabajar aquí, con eso nos mueve la adrenalina, posteriormente el gusto de atender a la ciudadanía, siempre es eso".
Trabajando turnos de 24 por 48 horas, estos héroes sin capa dedican gran parte de su vida al servicio social, incluso cuando están fuera de sus horas de trabajo, cumpliendo de forma cabal con la premisa servir para vivir, alguno incluso han fallecido en el cumplimiento de su deber.
"En día a día se vive aquí al extremo, yo salgo de mi casa y no se si regrese, pero me gusta, me gusta trabajar, ayudar a la ciudadanía más que nada, la parte primordial que me mueve es la ciudadanía, claro que mi familia también porque recibo un pago, pero al saber eso de mis compañeros si me da mucha tristeza porque pude haber sido yo, u otro compañero, pero desgraciadamente alguien lo tiene que hacer, atender a la emergencia aquí en Nayarit y somos nosotros".
La familia nunca se encuentra preparada por más tiempo que el elemento tenga de experiencia, por ello los familiares de Carlos Alejandro Plascencia, siempre se despiden de él al salir de su casa con un abrazo, la bendición, y la esperanza de verlo volver un día más a casa.
ALBERTO CARDONA, MEGANOTICIAS.
