La noche del lunes 15 de septiembre, el Recinto Ferial se convirtió en el principal punto de reunión para miles de familias nayaritas que asistieron a la conmemoración del Grito de Independencia. El acto fue encabezado por el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, quien, acompañado de su esposa y autoridades estatales, dio el tradicional grito frente a una multitud que respondió con entusiasmo. Este año, la ceremonia se trasladó a ese espacio debido a la presencia de un plantón del SUTSEM en el centro de la ciudad, donde trabajadores sindicalizados mantienen una protesta desde días atrás.
El ambiente fue, más que solemne, festivo: música en vivo, antojitos mexicanos gratuitos y un espectáculo de fuegos artificiales marcaron la velada. A lo largo de la noche, grupos de música regional y la presentación estelar de La Sonora Dinamita animaron al público que, entre banderas, sombreros y ropa típica, convirtió el evento en una verdadera verbena popular. Las familias comenzaron a llegar desde horas antes, muchas aprovechando para convivir, tomar fotografías o simplemente disfrutar del ambiente.
Aunque la ceremonia oficial mantuvo los elementos tradicionales, lo que destacó fue la respuesta de la gente: un público diverso, participativo y claramente involucrado con la fecha. La seguridad se mantuvo con presencia visible, pero sin incidentes mayores reportados. La distribución de alimentos y el acceso al evento también transcurrieron sin contratiempos, según asistentes.
La celebración de este 15 de septiembre no solo marcó un aniversario más del inicio del movimiento independentista de 1810, sino que sirvió también como recordatorio del peso cultural y social de estas fechas. En un contexto donde la participación ciudadana en actos públicos tiende a fluctuar, el lleno en el Recinto Ferial evidenció que las tradiciones patrias siguen vivas y convocan, más allá de discursos oficiales, por el simple hecho de ser una expresión colectiva de identidad.