En México, los centros de rehabilitación para el tratamiento de adicciones enfrentan un reto fundamental: cumplir con estrictos lineamientos de certificación que garanticen la seguridad, el respeto a los derechos humanos y la calidad en la atención de los usuarios
"Todos los centros de tratamiento tienen que estar regulados por el Consejo Estatal contra las Adicciones, Protección Civil del Estado y del municipio, así como la Secretaría de Salud a través de la COESPRISNAY" Omar Alfonso Figueroa, Representante de "Red Transformando Vidas"
Las visitas de verificación se realizan al menos cada seis meses y abarcan desde la infraestructura hasta la calidad del tratamiento. El ingreso de un usuario implica exámenes médicos y psicológicos, además de acompañamiento terapéutico individual y grupal por parte de un equipo especializado.
"Cotidianamente son estas regulaciones, de hecho estamos en constante regulación por parte de las autoridades, porque el gobernador Miguel Ángel Navarro ha sido quien ha dado las instrucciones para que se hagan las revisiones contundentes y de una manera precisa y necesaria y cada vez más seguidas" Omar Alfonso Figueroa, Representante de "Red Transformando Vidas"
El incumplimiento de estas normas puede derivar en sanciones que van desde la suspensión de actividades hasta la clausura del centro.
Además de la seguridad y la salud, los lineamientos buscan garantizar el respeto a los derechos humanos de las personas internas, evitando cualquier forma de violencia o trato indigno. Ante ello, especialistas recomiendan a las familias verificar que los centros estén registrados y cuenten con certificación vigente antes de confiar en ellos la atención de sus seres queridos.
"Todo ser humano tiene derechos sus derechos humanos y pues no deben ser vulnerados y tienen que ser conforme una normativa y de igual manera en estas normativas de igual manera nos hacen hincapié en ciertos y cada uno de los puntos a tratar" Omar Alfonso Figueroa, Representante de "Red Transformando Vidas"
La certificación de los centros de rehabilitación no solo representa un requisito legal, sino una garantía para que quienes buscan superar las adicciones reciban atención profesional, segura y respetuosa.