La producción de vehículos ligeros en México creció 4.89% en junio de 2025, con un total de 361 mil 47 unidades fabricadas, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Este aumento, aunque positivo para la industria, contrasta con una caída de 5.94% en las ventas nacionales, lo que puede afectar directamente al consumidor mexicano.
Este crecimiento en la producción se da en medio de tensiones comerciales con Estados Unidos, el principal destino de exportación para los autos fabricados en México. Tan solo en junio se exportaron 331 mil 517 unidades, lo que representa un aumento de 14.04% respecto al mismo mes del año anterior.
Sin embargo, en lo que va del año, las exportaciones han caído 2.83%, lo que refleja un entorno comercial inestable desde el regreso de Donald Trump a la presidencia estadounidense.
Para el consumidor mexicano, esta caída en las ventas internas puede traducirse en promociones o descuentos, ya que las agencias podrían buscar impulsar el mercado ante la baja demanda. En junio se vendieron 116 mil 62 vehículos ligeros en el país, y en el acumulado semestral las ventas nacionales han disminuido 0.25%.
Entre enero y junio se han fabricado 2 millones 6 mil 720 unidades, lo que representa un ligero aumento de 0.5% frente al mismo periodo de 2024. La mayor parte de la producción (76.8%) corresponde a camiones ligeros, mientras que el resto son automóviles, según datos del Registro Administrativo de la Industria Automotriz de Vehículos Ligeros (RAIAVL).
Si bien la industria automotriz sigue siendo una de las más fuertes del país (aportando casi el 4% del PIB nacional y más del 20.5% del PIB manufacturero), el bajo consumo interno podría afectar el acceso a nuevos modelos y limitar la variedad de opciones para el comprador nacional.
La información del INEGI proviene de 28 empresas que fabrican y venden 39 marcas distintas en México. A pesar de las presiones externas, la producción ha mantenido una tendencia positiva desde 2024, cuando el crecimiento superó el 5%, consolidando tres años consecutivos de recuperación tras la pandemia y la escasez global de insumos.
Aunque la industria automotriz mexicana mantiene un buen ritmo de producción y exportación, el consumidor local podría verse beneficiado con mejores ofertas debido a la baja en ventas. No obstante, el entorno económico y político internacional sigue siendo un factor clave que podría influir en los precios y disponibilidad de vehículos en el país.