El empleo formal, con horario fijo y prestaciones, ya no seduce como antes. En los últimos años, miles de empleadores en México han enfrentado un fenómeno que va más allá de la rotación o la informalidad: una nueva generación que ya no busca estabilidad, sino flexibilidad. Jóvenes que, lejos de preocuparse por cotizar en el seguro social o asegurar su retiro, priorizan su tiempo personal y rechazan lo que consideran una "atadura laboral".
"La generación actual no busca estar amarrado a ninguna responsabilidad. Ninguna es ninguna." "Ya no se alegran porque encuentran trabajo" Marco Antonio Quiroga, empresario restaurantero
La cultura del trabajo ha cambiado. En lugares donde antes una vacante se llenaba en días, ahora hay letreros permanentes de "se solicita personal". Restauranteros, comercios y pequeños empresarios han tenido que adaptarse a un contexto donde el compromiso no siempre está garantizado, y donde retener talento joven requiere mucho más que una nómina competitiva.
"En la ciudad ves permanente de letreros de se solicita, se solicita, ya los dejan hasta fijos" Marco Antonio Quiroga, empresario restaurantero
Aunque el fenómeno puede parecer una crisis para el mercado laboral, también es un espejo de una generación que busca redefinir el concepto de trabajo. Una generación que no piensa en la jubilación a los 60, y que podría enfrentar, en el futuro, las consecuencias de rechazar el empleo formal hoy.
"Los jóvenes no quieren empleos formales" "Se nos viene dentro de 40 años al país un problema muy serio en las jubilaciones." Marco Antonio Quiroga, empresario restaurantero
La nueva generación laboral llegó con prioridades distintas: menos interés por los horarios fijos y mayor demanda de libertad personal. En este escenario, empresarios formales se enfrentan al reto de adaptar sus negocios a trabajadores que ya no buscan quedarse, sino moverse, y que prefieren la flexibilidad antes que la seguridad social. Lo que antes se consideraba estabilidad, hoy se interpreta como límite.