Los niños son el reflejo de lo que consumen, y gran parte de sus elecciones alimenticias están influenciadas por la publicidad. Los anuncios de comida chatarra, diseñados con colores brillantes, personajes llamativos y mensajes persuasivos, captan fácilmente su atención y moldean sus hábitos desde edades muy tempranas.
"La publicidad de la comida chatarra tiene una gran influencia con los niños, ya que apela las emociones, usa personajes animados, promesas de diversión, colores que llaman la atención" Sheyla Murillo, nutrióloga
De acuerdo con los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición realizada por el INEGI, el 37% de los niños y niñas entre 5 y 11 años presentan obesidad, lo que posiciona a México entre los primeros lugares a nivel mundial en esta problemática.
"Consecuencias por consumo de comida chatarra, están las enfermedades crónicas como viene siendo la obesidad, la diabetes tipo 2, la hipertensión, el colesterol alto, inclusive estudios recientes han descubierto que problemas psicológicos tienen que ver con la alimentación" Sheyla Murillo, Nutrióloga
En México, la exposición infantil a la publicidad de comida chatarra es preocupante. De acuerdo con El Poder del Consumidor, en 2017 se transmitieron más de 13,000 anuncios al año en los programas más vistos por niños, un promedio de 272 por semana. Esta cifra aumentaba a 328 si se incluían productos altos en azúcar, como néctares, yogures y cereales, aunque cumplieran con ciertos criterios nutrimentales.
Los niños mexicanos están siendo expuestos constantemente a publicidad de comida chatarra, lo que no solo fomenta hábitos poco saludables, sino que también contribuye al aumento de problemas como la obesidad infantil. Este fenómeno resalta la necesidad de cuestionar la efectividad de las regulaciones y la responsabilidad de los medios en proteger la salud de los más pequeños. Es urgente que los padres, las autoridades y la sociedad en general asuman un papel activo para frenar este impacto y promover una alimentación más saludable.