Ocho personas originarias del estado de Nayarit desaparecieron recientemente en Chetumal, Quintana Roo, luego de haber sido contratadas para trabajar en una supuesta empresa privada. Sin embargo, la Fiscalía General del Estado (FGE) reveló que, en realidad, fueron llevadas a laborar en una fábrica clandestina de cigarrillos, ubicada al fondo de un hotel. El caso ha generado preocupación entre las autoridades, que mantienen activa su búsqueda y priorizan el esclarecimiento de su paradero.
Durante la conferencia del Gabinete de Seguridad, el fiscal Raciel López Salazar informó que la principal línea de investigación apunta a una red de contrabando y tráfico de mercancías, presuntamente encabezada por un hombre de nacionalidad coreana. Esta persona sería propietaria del hotel donde operaba la fábrica ilegal y estaría relacionada con al menos dos cómplices.
La FGE también vinculó al caso a dos hombres, padre e hijo, que fueron encontrados sin vida en Chetumal, quienes presuntamente formaban parte de dicha red delictiva. Ambos vivían en el hotel mencionado y mantenían una relación directa con el ciudadano extranjero señalado como líder del grupo. La conexión entre los casos fortalece la hipótesis de que los nayaritas fueron víctimas de una operación más amplia.
Además, en ese mismo periodo del 8 al 14 de septiembre, la Fiscalía reportó resultados operativos con 47 vinculaciones a proceso y 25 órdenes de aprehensión cumplidas por distintos delitos. Entre ellos destacan narcomenudeo, violencia familiar, extorsión, y homicidio. Las investigaciones continúan abiertas mientras se refuerzan los esfuerzos para localizar a los nayaritas desaparecidos y desarticular la red criminal.