La propuesta de reducción de la jornada laboral en México, aunque busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores, podría tener consecuencias no previstas. Esta medida podría incentivar a ciertos empleadores a recurrir a esquemas informales para evitar mayores costos laborales, lo que aumentaría la informalidad y debilitaría la protección de los derechos laborales.
"El 58.85 por ciento tendrá dificultades para cubrir los cambios de turnos o mantener el mismo nivel de servicio, creo que esto se entiende pues el personal que trabaja, pues el cambio de turnos, el cubrir todas las horas de trabajo, todo eso nos va a ocasionar problemas no solamente económicos sino también de personas, de los trabajadores" Mario Alberto Ruvalcaba Manzo, Presidente de Canaco Tepic
Los sectores más vulnerables serían comercio, servicios y turismo, que concentran el 65?% del empleo formal en México. Las cámaras empresariales advierten que un calendario laboral uniforme, sin considerar tamaño ni contexto económico, perjudicaría gravemente a los negocios familiares.
"La reducción de la reforma debe acompañarse de políticas que fortalezcan a los negocios familiares" Mario Alberto Ruvalcaba Manzo, Presidente de Canaco Tepic
En septiembre de 2025, se espera que el Congreso de la Unión discuta y dictamine la reforma que reducirá la jornada laboral en México de 48 a 40 horas semanales. Este proceso, que comenzará en 2026 y culminará en 2030, es parte de una estrategia gradual diseñada para adaptar tanto a los empleadores como a los trabajadores a este nuevo modelo.
El cronograma específico es el siguiente:
"No queremos frenar el cambio, queremos que el cambio funcione" Mario Alberto Ruvalcaba Manzo, Presidente de Canaco Tepic
La reducción de la jornada laboral ha generado preocupación por un posible aumento de la informalidad y la pérdida de empleos. Algunos sectores advierten que, ante la necesidad de contratar más personal, ciertas empresas podrían no sostener los costos y verse obligadas a cerrar.