En temporada vacacional, nadar en albercas sin mantenimiento adecuado ni medidas de higiene representa un riesgo sanitario. Se estima que más del 60% de los usuarios no se duchan antes de ingresar, lo que, combinado con una cloración deficiente, favorece la presencia de bacterias, hongos y parásitos, aumentando los casos de diarrea, otitis, infecciones urinarias y problemas en la piel.
"Principalmente las enfermedades que se dan en las albercas" "Es la otitis, inflamación de los oídos, puede haber amibas, puede haber infección de las vías urinarias, puede haber diarreas, infecciones gastrointestinales" José Agustín Carrillo Rodríguez, Epidemiólogo
Aunque el cloro es un desinfectante eficaz, no garantiza la eliminación total de bacterias si la piscina no se clora correctamente o si el agua se sobrecarga con contaminantes.
"Y aún así, teniendo los niveles de cloro? un gran porcentaje de estas albercas no están lo suficientemente limpias " José Agustín Carrillo Rodríguez, Epidemiólogo
Uno de los microorganismos más peligrosos presentes en estos espacios es una bacteria asociada a restos fecales, que puede provocar desde cuadros diarreicos hasta infecciones urinarias severas. Estas últimas pueden desencadenar síndrome urémico, una condición grave que afecta directamente los riñones.
Entre las principales recomendaciones se encuentra:
"Hay que ducharse o echarse un baño antes de entrar a la alberca? porque aunque pensemos que estamos limpios? podemos introducir varios microorganismo" José Agustín Carrillo Rodríguez, Epidemiólogo
En zonas de balnearios naturales, el riesgo aumenta con la presencia de animales pueden estar ocultos entre la vegetación cercana. Por ello, se recomienda usar calzado adecuado para prevenir mordeduras y evitar el contagio de hongos, especialmente en áreas húmedas como regaderas o vestidores.
"Usar sandalias o usar algún calzado para protegerse a lo mejor como de animales" José Agustín Carrillo Rodríguez, Epidemiólogo
Las albercas pueden ser espacios seguros y recreativos si se mantienen bajo medidas sanitarias adecuadas. Ignorar la higiene personal o las condiciones del agua puede convertir un momento de descanso en una amenaza para la salud.