La temporada de lluvias 2025 ha registrado una cifra histórica de precipitaciones que, si bien han beneficiado al campo y elevado los niveles de las presas, también han provocado serios estragos en la población a causa de deslaves, inundaciones y fenómenos naturales que ponen en riesgo a comunidades enteras.
"Siempre que tenemos una temporada así, generalmente se presentas un poco más este tipo de fenómenos, hay que estar atentos". -Cecilia Villaseñor Reyes, presidente de la Asociación Mexicana de Riesgos Hidrogeológicos.
Ante este panorama, catedráticos, investigadores y especialistas nacionales en hidrogeología se reunieron en Tepic, capital de Nayarit, para analizar el origen y las consecuencias de esta problemática que cada año se intensifica. La pregunta que guió el encuentro fue clara: ¿qué está pasando con el comportamiento de los suelos, los ríos y las zonas vulnerables en Nayarit?
"Si nosotros sabemos y es precisamente este conocimiento que debemos de ir generando como ciudadanía que vivimos en una zona donde tal vez cerca ya se haya generado uno de los procesos, estar atentos a las señales que pueden ser varias". -Cecilia Villaseñor Reyes, presidente de la Asociación Mexicana de Riesgos Hidrogeológicos.
Los temas analizados destacan la erosión marina en zonas costeras, los deslaves en laderas y cerros, así como la crecida y desbordamiento de ríos y arroyos. Sin embargo, también está sobre la mesa un fenómeno poco discutido: la actividad volcánica y sus implicaciones en el reacomodo de terrenos rocosos.
"Hay veces que no se presentan nada más porque sí, sino que ya días antes vamos viendo a lo mejor algunas grietas, algún desplazamiento previo en el terreno que nos puede indicar que algo más puede ocurrir". -Cecilia Villaseñor Reyes, presidente de la Asociación Mexicana de Riesgos Hidrogeológicos.
La Asociación Mexicana de Riesgos Hidrogeológicos, integrada por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que se están observando alteraciones significativas en la estructura de cerros, laderas y peñascos, lo que aumenta la vulnerabilidad de diversas regiones del estado.
Los expertos coincidieron en que, aunque los fenómenos naturales no pueden ser controlados, el factor humano juega un papel determinante en el agravamiento de la situación. La deforestación, el cambio de uso de suelo y la urbanización desmedida han contribuido a debilitar el equilibrio natural