Piden habitantes de “El Tambor” en Santiago, construcción de camino artesanal

El comisariado ejidal de la comunidad El Tambor, perteneciente al municipio de Santiago Ixcuintla, acudió al Congreso del Estado de Nayarit para solicitar el apoyo de los diputados en la gestión ante autoridades estatales y federales, con el objetivo de lograr la construcción del camino de 13 kilómetros que conecta a la localidad de Yago con su comunidad.

De acuerdo con su testimonio, los habitantes llevan más de tres décadas esperando esta obra, durante las cuales ellos mismos han abierto y conservado el paso únicamente a base de su tránsito cotidiano. Sin embargo, las condiciones actuales del camino son deplorables, lo que dificulta el traslado de personas, la atención médica en casos de emergencia y, sobre todo, la salida de las cosechas que representan el sustento de cientos de familias.

El comisariado ejidal, Francisco Hernández López, explicó que la petición principal es contar con una carretera pavimentada; no obstante, en caso de que la inversión requerida sea demasiado alta, se solicita que al menos se construya un camino de manera artesanal, como ya se les ha planteado desde la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.

"Tenemos cosechas, tenemos muchas cosas ahí; lamentablemente entra un gobierno y entra otro, y desgraciadamente no hemos sido atendidos. Nosotros queremos que el señor gobernador, que ya estuvo con nosotros y nos ha escuchado, dé un paso más para apoyar al ejido de El Tambor. La carretera Yago?El Tambor son 13 kilómetros que beneficiarían no solo a nuestra comunidad, sino también a El Cobre, Corral de Piedra, El Colomo y varias rancherías más. Han pasado más de 30 años sin tener dicha carretera. Aunque sea artesanal, como nos platicó el secretario, ya sea artesanal o pavimentada, necesitamos la obra para mejorar nuestra comunicación".

La exigencia de los habitantes de El Tambor refleja una necesidad urgente en materia de infraestructura rural, ya que la falta de caminos adecuados mantiene en rezago a las comunidades, limita su desarrollo económico y social, y dificulta la comercialización de sus productos agrícolas, principalmente granos y frutales.

Con esta gestión ante el Congreso local, los ejidatarios esperan que finalmente su demanda, postergada por más de tres décadas, se convierta en una realidad y que el camino que tanto han solicitado sea atendido con prioridad.