En el kilómetro 53 de la autopista federal 70D, justo antes de llegar a la temida "Curva de la Muerte", una pipa cargada con turbosina lleva cuatro noches varada sin que se haya tomado ninguna acción para retirarla.
La unidad, que se encuentra desvielada y con la bomba de diésel dañada, continúa estacionada, convirtiéndose en un grave riesgo para quienes transitan por esa peligrosa zona.
La pipa, que transporta un combustible altamente inflamable, representa una amenaza inminente para los conductores, especialmente en un tramo conocido por su alto índice de accidentes; a pesar de lo delicado de la situación, la empresa propietaria no ha mostrado interés en solucionar el problema, dejando la unidad en ese punto sin ninguna medida de seguridad adicional.
El operador de la pipa se encuentra aislado en la zona y sin acceso a servicios básicos, ha dependido únicamente de la ayuda de otros conductores y grupos de emergencia.
La ciudadanía solicita que las autoridades y la empresa tomen medidas inmediatas para remover la pipa antes de que ocurra una tragedia; la autopista Jala-Compostela es una vía crucial para el desarrollo turístico y comercial de la región, pero la falta de atención a estos riesgos podría tener consecuencias devastadoras.
