La producción artesanal en comunidades indígenas enfrenta una amenaza creciente: la clonación de sus piezas, fenómeno que los propios creadores denominan "piratería artesanal".
"Pues de aquí del estado de Nayarit no son, siempre hemos visto, yo he visto a otros artesanos que vienen del Estado de México, de por allá, hablan otro dialecto, ellos traen diferente, ellos te dan un precio muy bajito, pero no es lo mismo". -María Trinidad García, artesana Wixárika de la localidad de Rancho Viejo, perteneciente al municipio de Del Nayar, Nayarit.
La producción artesanal genera ingresos para muchas familias, especialmente en zonas rurales. En 2024, generó 479 mil 655 puestos de trabajo remunerados, lo que representó el 37.7% de los empleos del sector cultural, estimado así por datos del INEGI.
Pero el problema de piratería artesanal no solo afecta la economía de las familias que viven de este oficio, sino que también pone en riesgo la preservación cultural y el valor simbólico de las tradiciones.
"Ellos realizan los trabajos con plástico, con uno como para pescar y nosotros utilizamos hilo de seda que es algo muy diferente". -María Trinidad García, artesana Wixárika de la localidad de Rancho Viejo, perteneciente al municipio de Del Nayar, Nayarit.
Y es que este sector, directa o indirectamente mantiene la economía de otros para realizar su piezas artesanales, por ejemplo a los alfareros por su producción de cerámica, a los de textiles, ropa, calzado, joyería, incluso hasta a la moda, por ello quien no se actualice podría no sobrevivir en un futuro muy cercano.
"Ellos un trabajo similar te lo darían en 200 pesos y nosotros no, porque son trabajos que en 200 pesos no, este lo doy en 800, estos ellos lo andan dando hasta en 120". -María Trinidad García, artesana Wixárika de la localidad de Rancho Viejo, perteneciente al municipio de Del Nayar, Nayarit.
Esta práctica, genera un mercado paralelo en el que los precios se desploman.
La piratería artesanal no solo disminuye los ingresos de las familias artesanas, también desincentiva a las nuevas generaciones a continuar con el oficio, pues el esfuerzo invertido no se ve reflejado en ganancias justas.