Tradición Guadalupana; 50 años de Herencia Familiar

En el santuario de la Virgen de Guadalupe en Tepic, cada 12 de diciembre cientos de nayaritas acuden a agradecer favores y pedir ayuda en momentos difíciles; después de visitar a la Virgen, muchas personas disfrutan los tradicionales tamales, gorditas y champurrado en las calles del Centro.

Las familias del barrio del Santuario organizan procesiones cada año, adornando las calles cercanas con flores y arreglos; la procesión inicia junto al Teatro del Pueblo y llega al Santuario, donde se celebra la misa y un convivio con comida y juegos.

Dentro de estas tradiciones se encuentra la familia Arias Vásquez, vecina del Santuario, que desde hace 51 años elabora el carro alegórico de las procesiones; la tradición inició con la hermana menor, María Lucinda Arias Vásquez, quien tras 50 años de reunir a la familia y encargarse de la elaboración del carro alegórico de las procesión, falleció el año pasado

Hoy, sobrinos, nietos y demás familiares mantienen viva la tradición reuniéndose cada año para levantar el carro alegórico; cerca de 50 integrantes participan decorando, iluminando o cooperando en especie para comprar focos y materiales, todo de manera voluntaria y sin recibir pago.

El carro alegórico siempre tiene dos significados: al frente se coloca la imagen de la Virgen de Guadalupe y atrás se representa una petición especial de la comunidad; en años recientes han pedido por causas como las personas desaparecidas y este año además han rendido homenaje a Lucinda, cuya fotografía acompaña la procesión.

Para la familia Arias Vásquez estas fiestas no sólo son actos religiosos, sino momentos de convivencia y afirman que su vida está guiada por la fe guadalupana y que las nuevas generaciones seguirán adornando las calles y preparando el carro para venerar a la Virgen de Guadalupe.